Bienvenidos

Cada día del año se publica una nueva entrada en este espacio. ¡Gracias! por vuestra presencia!

viernes, 31 de octubre de 2008

Anécdota cuarenta y dos

Autorretrato…


No puedo dejar de pensar en hacerme un autorretrato. Rembrandt se pintó más de ochenta. Egon Schiele deformaba sus autorretratos hasta límites insospechados. Bacon tenía su peculiar técnica para conseguir lo deseado. Van Gogh pinto veintisiete autorretratos.
Yo, que solo se pintar montañas en servilletas de papel, aun no tengo ninguno. Deberé de recurrir a la fotografía, como mi amigo Xuan Rata. -Clica aquí para ver el suyo- Se perfecciona a si mismo. Yo sigo ausente en mi propio encargo. Camino disperso. Busco un espejo, un charco de agua, algo donde se refleje mi estampa. Mi triste figura. Ningún cromado. Ninguna olla de aluminio. Nada donde reflejar mi camino.
Termino el día cansado. Me siento en las escaleras del viejo convento. Hoy me acogen, dándome posada y sustento. También espero escuchar los maitines a las cinco de la madrugada. El canto gregoriano me sienta bien.
Entre tanta paz, silencio y equilibrio me siento acompañado. Me giro y me veo. Copiado en una de las figuras que el tiempo ha castigado con un desgaste desmesurado de su rostro. Me siento identificado. Me fotografío a mi mismo...


"Anécdotas"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.

jueves, 30 de octubre de 2008

Gelatinaqua

El club de los jueves
"Gelatinaqua"

En algún lugar de Europa a finales del siglo veintiuno…
Somnoliento como cada mañana, sus pasos lo llevaron en un rito sonámbulo hasta la ducha. Giró con tanta prudencia el grifo que al ver que no salía ni una gota de agua, ni se inmutó. Con los ojos cerrados, permaneció por un tiempo indeterminado debajo de la misma. Volvió a cerrar la llave. Con la toalla secó su piel a pesar de la sequedad que mostraba. Se vistió pausadamente. Marchó a trabajar.
Sentado en su despacho, cogió el control remoto. Oprimió la tecla del teléfono. Lo dejó en manos libres. Cuestión de comodidad...
.-Con quién quiere usted comunicarse?
La voz, sonaba un tanto metálica y ambigua. Pero con imaginación, uno pensaba que quien le contestaba era una simpática operadora…
.-Con piel y cutis.
Dos señales acústicas imitando un timbre es lo que tardaron en responder…
.-Piel y cutis, buenos días. En que podemos ayudarle.
La voz de la recepcionista le hizo recordar la realidad…
.-Esta mañana me he vuelto a duchar en seco. Pero… la piel no se acostumbra a ello.
.-Según su informe, hoy es el noningentésimo sexto día de la nueva terapia.
.-So lo sé, pero…
.-Debería de bañarse en días alternos. La piel se le resentirá menos.
Presionó el botón de colgar. Las cosas habían cambiado sustancialmente en los últimos años. Aún podía recordar sin grandes esfuerzos cuando el agua corría libremente por las cañerías. Se pagaba una cuota y uno podía beneficiarse de la misma en función de su poder adquisitivo. Hoy en día, los conductos solo sirven para transportar a las casas las señales electromagnéticas para los sistemas de control de todos los automatismos. Las tuberías de cobre aíslan las interferencias que se generan en la tierra debido a la sequía provocada por los cambios climáticos a mediados del siglo veintiuno. El agua, es patrimonio de algunas grandes corporaciones. Solo se destina para elaborar algún que otro gel de ducha en seco y unas pastillas llamadas “gelatinagua”. Las ofrece el propio gobierno para suplir la necesidad de beber a diario.
Volvió a tomar el control remoto y presionó la tecla recuerdos. Situó una píldora en su boca. La sequedad de la garganta se humedeció insensiblemente. Se cerraron las cortinas y bajaron las persianas. Una gran pantalla se desplegó en la pared. Se difuminaron las luces y el rumor de un riachuelo empezó a sonar por el sistema de megafonía. Unas imágenes de un fotógrafo de principios de siglo empezaron a mostrarse con una cadencia de veinte segundos cada una de ellas…

"Gelatinaqua"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

miércoles, 29 de octubre de 2008

Anécdota seis


Anécdota seis


Lo que cuento a continuación no se si lo escuche, me lo contaron o simplemente, lo imaginé. Pero fue más o menos así.
.-Felicidades Sr. ha sido usted papa.
Todo eran felicitaciones. Llegó la televisión, las radios. Los periodistas les hicieron fotos. Fueron portada de todos los periódicos. Todo fue como un sueño de felicidad. Pero la realidad duro pocos días. El olvido llega pronto y la realidad se vuelve manifiesta sin darte cuenta. Los costes de la casa se dispararon. La entrada de dinero, era la misma que antes del parto.
Sonó el teléfono. El director del banco, también le felicitaba al tiempo que le recordaba que estaba en números rojos en su cuenta. La visa no daba para mas…
Sentado en un banco de la plaza mayor, con la cabeza mirando hacia el suelo, intentaba que el tiempo pasase rápidamente y que todo fuese como hacía unos meses. Como antes de que aquel sonriente ginecólogo les diera la buena noticia…
.-Felicidades. Van a tener ustedes sextillizos.

“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

martes, 28 de octubre de 2008

Un punto de luz

Un punto de luz


Faltaban pocos minutos para las doce del mediodía. Mala hora si hay sol, para hacer fotografías. El día empezaba a despejarse. Las nubes dejaban pasar tímidos rayos de sol. Volvían a cerrarse. Parecía que jugaban.
Mientras, seguía caminando descalzo por la orilla del estero. En pocos pasos me acerque a una palmera que se aferraba a la vida. Su tronco, había sido engullido por uno de los muchos temporales de verano que azotó la isla. Pero el instinto de supervivencia de su espíritu indomable, la llevo a seguir buscando un punto de luz en el cielo.
Me quede delante de ella por un buen rato. Observándola en silencio. Mientras tanto, el cielo jugaba a abrirse y cerrarse. La magia del momento me invitaba a participar de su juego de luces. Mi maquina, se acercó a mi rostro. Mire entusiasmado y deje que el dedo índice de la mano derecha improvisara. El índice y el pulgar derecho hacían girar el diafragma. Ajusté el fotómetro y cerré los ojos al tiempo que la cortinilla de mi réflex, caía bajo la influencia de la yema de mi dedo.

“naturaleza”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

lunes, 27 de octubre de 2008

Buenos días lunes

Buenos días lunes

Abrí uno de los portones de la ventana de mi dormitorio. Dejé que la luz del nuevo día se mezclase con las sombras de la habitación. Conecté la radio. Gire el dial con determinación para llegar hasta los noventa y tantos punto seis de la frecuencia modulada. La música clásica seria una buena obertura matutina. Subí el volumen mientras un violín que parecía haberse vuelto loco hacía de los primeros rayos de sol una sinfonía de color y vida. Terminó el cuarteto y unas suaves notas me hicieron cerrar los ojos abandonándome a los pensamientos.
La orquesta, interpretaba a Haydn. Una de sus obras más desconocidas. La sinfonía noventa y cuatro. Conocida por “la sorpresa”…


“Puerta y ventanas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

domingo, 26 de octubre de 2008

Bio combustible

“Bio combustible”


.-Me dará un fósforo por favor.
Yo que suelo ser generoso, así lo hice. Se situó el extremo de la carretera y prendió unas ramas secas. Unos minutos después, las llamas llegaban a los seis metros de altura.
Solo se trataba de quemar unas cañas de azúcar.
Las plantaciones que sustituyen al trigo, la cebada, el arroz y otros, tienen el futuro inmediato asegurado. Se empezó por una hectárea de prueba. Hoy en día son millones de hectáreas que cuando son quemadas, lanzan sus vapores hacia el cielo. Unos dicen que es malo. Otros, que es bueno. Unos se llenan los bolsillos gracias al sudor de otros que trabajan dieciséis horas al día.
Éste mundo no tiene mucho sentido. Al menos yo, no le encuentro la lógica.

"Naturaleza"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

sábado, 25 de octubre de 2008

Imágenes efímeras 0737

Imágenes efímeras 0737
Me gustó la simplicidad de la casa. Su puerta, sencilla y funcional. Su ventana, sus visillos. El árbol a medio crecer con un futuro incierto. Parte la casa de al lado, con ese peine imaginario. A mi izquierda se acercaba una persona. Pensé en darle un poco de vida a la imagen.
Con paso sereno pasó delante del objetivo. A pesar de su andar cansino, tenía prisa. Un conocido suyo, que tambien pasaba por ahi, me dijo…
.-Siempre anda distraído. Cuando camina no ve a nadie.
.-Y como es eso?
.-Va pensando en sus cosas…
.-Ah.
Cuando reaccione, se perdió en medio de la multitud que había acudido su pueblo para celebrar la fiesta de la patrona. No lo volví a ver. No pude hablar con el. La persona con la que hablé, al preguntarle donde vivía, simplemente me dijo…
.-Por ahí abajo, en el campo.
Levantó la mano, señalando hacia la salida del pueblo y se alejó perdiéndose también entre la fiesta. Yo me perdí en mis pensamientos y seguí buscando rincones inertes para darles un poco de vida eterna.
"Imágenes efímeras"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

viernes, 24 de octubre de 2008

Paso huérfano

Un paso huérfano


En medio de la nada, puede suceder todo.
Ésta frase, me la comentó un personaje que encontré en una playa solitaria. Delante suyo, el océano Índico. Su pequeña inmensidad se apoderaba de sus pensamientos en medio de un profundo estado meditativo. Yo que no suelo tener prisa, le observé. Hice algunas fotografías sin que llegase a perturbarlo. Creo. Me dediqué a observar la quietud que se encontraba a su alrededor. La arena negra. El día que amenazaba tormenta. La brisa que venia del sur, con ráfagas húmedas y frías. Las olas rompiendo en la plena marea baja, dejando una estela de bruma y espuma blanca.
Nada que fuese anormal en el marco que me encontraba. Exceptuando la suela. De una zapato que un día camino los pasos de la vida y hoy, las olas de la existencia, parecen haberlo olvidado al peor de los ostracismos. La soledad no querida. La indiferencia… el olvido. Por unos momentos, fue mi musa preferida. Hablé con ella. Sonreí. La fotografíe, la observé. Me quedé un rato en silencio a su lado.
Hoy, rebuscando cosas en mi pasado, la hago eterna. Recordando las palabras de esa persona que meditaba, en medio de la nada, donde podía suceder todo. Sucedió! Al menos para mí. Bendita locura!

Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

jueves, 23 de octubre de 2008

Una pequeña perversión

El club de los jueves

Una pequeña perversión


Un crucero de lujo llamado “Hope” naufrago a finales de 1867 a los diez días de haber partido del puerto de Boston con destino a Inglaterra.

Atardecer del séptimo día después del naufragio…
Seis días. Largos y angustiosos. La incertidumbre se había apoderado de casi todos los supervivientes del naufragio. Mrs. Harriet se había pasado las dos últimas tardes, con el sol a sus espaldas, observando el horizonte. Subida a lo alto de la zona más alta de la isla, buscaba algún indicio. Una esperanza en forma de columna de humo de otro crucero o bien la silueta de las velas de una goleta o un bergantín.
Nadie de los supervivientes, tenía la certeza de que se encontraban en una ruta comercial. Pero debían de seguir aferrados a la idea de que así era.
A su lado había preparado una gran pira de ramas secas. También unas hojas de palmera recién cortadas. Así garantizaban el humo blanco para ser vistos. A su derecha, una fogata -más pequeña- ardía para poder prender la grande con rapidez cuando fuese preciso.
Su aspecto era frágil. Pero sus carencias físicas, las suplía con una gran personalidad. Ésta sin duda, se debía a sus nueve años de matrimonio con Harold Ferguson. Un excéntrico hombre de negocios, con una inmensa e incalculable fortuna.
Treinta años separaban al matrimonio y eso, se dejaba notar en algunos aspectos de la vida en común. Por eso, Mr. Harold permitía ciertos deslices a su mujer, siempre y cuando la discreción fuese total. Incluso en más de una ocasión, él había sido testigo de diferentes encuentros. Un día la descubrió casualmente al regresar antes de lo previsto con un joven apuesto. Lejos de incomodarse, se escondió detrás de las cortinas, siguiendo todo el acto con gran excitación de su libido.
Unos meses atrás, Mrs. Margarett Devero, vecina de Harriet hasta que contrajo matrimonio, averigua casualmente los devaneos de su amiga con el beneplácito del marido. Al ser ella, miembro activo de la “Iglesia de la Rectitud Doctrinal”, optó por ser la sombra de la pareja con la intención de encauzar sus vidas de lujuria y desenfreno. Parecía ser que la gente de muchos posibles, no tenía las ideas claras. Desviándose a lo mas mínimo del camino de la rectitud y la moral.
Éste comportamiento, había llevado a las dos mujeres a fuertes enfrentamientos en los encuentros casuales que se habían producido.
La sorpresa de ambas fue mayúscula al encontrarse cara a cara en la cubierta del Hope. Margarett, había decidido viajar, para escribir lo que tenia que ser su primera novela de misterio. Pero sin duda, el encontrase con ella, modificaría sustancialmente su estancia a bordo.

Los pensamientos de Mrs. Harriet, le hicieron retroceder nuevamente al puente de mando, en la madrugada que sucedió el desastre…
Faltaba una hora para que el día empezase a clarear. La mar gruesa requería de cierta precaución. Por eso se recomendó a los pasajeros no salir de sus camarotes. Ese motivo fue aprovechado por Mrs. Harriet para dirigirse hasta la cabina de mando con la intención de seducir al oficial Johnson. Mrs. Margarett se encontraba escribiendo uno de sus artículos de misterio en su camarote. Escuchó unos pasos en el pasillo. Abrió lentamente la puerta y vio a Mrs. Harriet que había salido del suyo. Se puso una bata y decidió seguirla.
Johnson, se aferró a la cintura de Harriet. Sus labios, cerraron sus ojos y las manos se volvieron brisa de caricias sobre la ropa de los amantes. Todo esto sucedía a espaldas del timonel. Quien tenía la mirada fijada en la proa del crucero.
De golpe, pasaron de mar gruesa a mar arbolada. Olas de nueve metros y unas ráfagas fortísimas de viento. El capitán, al notar el cambio, decidió adelantar su turno. Salió de su camarote para dirigirse hacia el puente.
Margarett a través de uno de los ojos de buey, observó la escena entre los amantes. Su indignación era tal que no lo pudo resistir más. Entró de improviso. Con la biblia en la mano alzada. Gritando salmos pecaminosos y el clásico arrepentíos! Pecadores!
Samuel, el timonel, se vio sorprendido por lo que sucedía. Se distrajo de su trabajo. Perdió la proa por un instante. Las dos mujeres, se enzarzaron en una pelea que fue de lo verbal hasta tirarse de los pelos. Samuel dejó el timón para intentar separar a Mrs. Margarett. Johnson hacía lo propio con Mrs. Harriet. El timón suelto giraba sin orden ni concierto. En ese preciso instante, la proa del Hope, encontró la primera ola de la mar arbolada. Una pared de doce metros de agua barrió con fuerza la cubierta. En esto entró el capitán. Sin entender lo que sucedía pero al ver el timón sin dueño, intentó contrarrestar sus movimientos. El crucero escoró a estribor, mientras una segunda ola, golpeaba con fuerza el casco escorándolo hasta una inclinación peligrosa. El Hope, tenia los minutos contados. Se debía abandonar el buque. La sirena de la alarma empezó a sonar. Por megáfono, se indicaba a los pasajeros lo que debían de hacer. Una tercera ola, inundo los accesos a cubierta. Solo dieciséis personas pudieron alcanzar los tres botes salvavidas. El Hope, el resto de los tripulantes y pasajeros, fueron engullidos por el océano.

Harriet abrió los ojos a la realidad. El horizonte se desdibujaba a pasos agigantados. Pronto la oscuridad lo invadiría todo. Johnson subió a relevarla.
Harold, detrás de unos matorrales observaba en silencio.

"relatos - fragmentos"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

miércoles, 22 de octubre de 2008

El taller que nunca abrió

El taller que nunca abrió

Fragmento de un diario de viaje imaginario

He de reconocer que me perdí. Mi Gps, se había quedado sin batería. En el pueblo donde me encontraba no había luz eléctrica y mi única orientación era saber por donde salía el sol. Para colmo, los últimos días siempre estuvo nublado, pero no llovía. No lo entendía, pero así era. Me acerqué a un lugareño y le pregunte…
.-Por donde se va en esa dirección?
Le señalé el camino de salida del pueblo. Me contestó…
.-No sé. Nunca he ido por ese camino.
Mi cara debía de parecer la típica del asombro y la incredulidad. Mientras reaccionaba, vi acercarse a otro sujeto. Le pregunté lo mismo y me dijo…
.-Para que quiere saberlo?
Y se alejó como si tal cosa. La tercera persona con la que me crucé simplemente me dijo poco antes de alejarse…
.-Ahí no hay nada.
Seguí caminado por la única calle que tenia esa población y me cruce con el viejo taller de reparación de bicicletas. Pensé que seria buena idea, esperar allí hasta que alguien pasase y poder preguntarle. Tres días después, no había pasado nadie. El taller tampoco abrió.
.-Éste pueblo ya me esta cansando. Si mas tarde no pasa nadie, seguiré el camino, a ver donde me lleva.
“Estas palabras fueron encontradas en el cuaderno de viaje de un turista dentro de su mochila. Parece ser que sin saberlo, se adentro en el desierto de Sonora. Falleciendo a los dos días. Su cuerpo fue encontrado un año después por un grupo de expedicionarios de “National Geographic” que filmaban un reportaje sobre la serpiente de cascabel de cuernos”.
"relatos y fragmentos"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

martes, 21 de octubre de 2008

Otoño

“Otoño”


No se bien de quien fue la idea. A veces lo he preguntado, pero hasta la fecha nadie me ha dado una explicación convincente. Es otoño. Pero solo en una parte del hemisferio norte. En el sur es la primavera la que domina.
Ya se, me diréis que si los polos, que si el eje terrestre, que las variaciones y otros temas. Pero los que somos de pueblo, a veces nos perdemos ante tanto docto erudito.
Soy de ver florecer almendros y cerezos, de andar sobre una alfombra de hojas caducas que reflejan los tonos ocres, dorados y rojizos de las copas de los árboles. Me gusta vivir en las estaciones que hacen de puente al calor o al frío…

“Naturaleza”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

lunes, 20 de octubre de 2008

Tic, Tac...

Tic, tac…


Le habían hablado de un viejo enigmático que vivía cerca del Tamesis. En una calle de mala fama donde las mujeres que han perdido su juventud se aferran a los deseos que aun despiertan en ciertos hombres. Su casa era de estilo victoriano. Una puerta roída por el tiempo y una fachada ajada de añoranzas resplandecientes…
Llamo a la puerta y le invitaron a entrar sin mas preguntas. Como si le estuviesen esperando…
.-A que debo su visita, Sr.?
.-Mortimer. Lucio Mortimer.
.-Tanto gusto Sr. Mortimer.
.-Me han comentado que usted, tal vez pueda ayudarme.
.-Nunca se sabe. Que le sucede?
.-Tiempo. Todo sucede demasiado deprisa. Necesito parar el tiempo.
Se tomo su tiempo. Escuchaba con atención y tomaba alguna que otra nota. Se levantó y camino por el amplio salón. En una estantería había un número indeterminado de frascos de cristal. Cogió uno de ellos. Abrió la tapa y deposito su contenido encima de la mesa. Eligió una vieja maquinaria de reloj y se la dio al Sr. Mortimer…
.-Guárdela. Y cada vez que necesite tiempo, mire esta vieja maquinaria. Vera que a pesar de no tener carcasa, sigue funcionando. Haga como ella. Constancia en todo lo que hace y disciplina para sus actos. Con esas dos virtudes, tendrá todo el tiempo del mundo.
Salió de la casa con una sensación extraña. Mirando la vieja maquinaria y repitiendo, constancia y disciplina. Se alejo con paso firme, sonriendo.

"Existencias efímeras"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

domingo, 19 de octubre de 2008

Mariposa efímera


.-No es bella?
Estas palabras me hicieron recapacitar. Samuel, llevaba una mariposa en las manos. La encontró muerta entre unos matorrales. La recogió en la palma de su mano.
Cuando me cruce con el, me saludó inclinando levemente la cabeza. Le correspondí la reverencia y hablamos. Quizás fueron dos horas, tal vez tres. Que mas da! El tiempo siempre es relativo. Una mariposa vive pocos días y una hora para ellas puede ser significativa en su existencia.
Me despedí de Samuel con un hasta luego, a lo que el me respondió…
.-Siempre hay un después, amigo. Siempre!
Y se alejó con su mariposa en la mano. Alguien me contó que tenía cincuenta años, pero sin barba aparentaba cuarenta y pocos…

“Existencias efímeras”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

sábado, 18 de octubre de 2008

Verde y blanco

Caminé pocos metros. Me quedé sentado al borde del camino. Me fijé en un detalle, pero la luz no era propicia. Esperé a que los primeros brillos del alba despertaran las flores. Bebí dos largos sorbos del té que llevaba en mi termo. Escribí unas cuantas notas sobre detalles del día anterior que me venían a la memoria.
En esto, la sombra de la quebrada creaba un gran efecto visual. Un juego de contraste. No siempre las cosas que uno ve, tienen dos colores… Verde y blanco.

"Existencias efímeras"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

viernes, 17 de octubre de 2008

Llegó temprano

Calle Hermoso 260


.-Sabe usted, que día es hoy?
.-Viernes. Pero esta tienda solo abre los lunes.
.-Lo se. Vivo en la cordillera y allí el calendario es inútil…
Fragmento de una conversación escuchada al azar en la calle delante de éste local.

"Existencias efímeras"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

jueves, 16 de octubre de 2008

Anécdota cincuenta y nueve

Un desvío en Nicaragua

Anécdota cincuenta y nueve


Atardecía rápidamente y decidí entrar en una cafetería de la interamericana…
.-Buen día. Me pondrá un café.
.-Ahora mismo, señor.
Una barra larga. Camioneros con sus Mack, sus Kenworth, Freightliner, International, Western Star y algún Peterbilt en la puerta. Tres motoristas con tres Harley. Se respiraba un ambiente americano . Observar todo lo que sucedía, era trasladarme a la ruta sesenta y ocho, cruzando Estados Unidos de costa a costa. Con la diferencia que me encontraba en algún lugar dentro de Nicaragua. Algo perdido por el mapa que me habían dado en una estación de servicio, en la misma frontera con Costa Rica. La camarera me dejó el café en la barra. La miraba de reojo. Demasiado escote para que me pasara desapercibido. Le pregunté por la dirección que buscaba. Sonrío inclinándose provocativamente, al tiempo que me marcaba en el plano, un cruce a unos veinte kilómetros antes de donde me encontraba.
.-Se ha pasado usted unos cuantos kilómetros, amigo.
Sara me recomendó que alquilara una habitación. Y continuara camino por la mañana a menos que me esperase mi mujer…
.-No estoy casado.
Se mantuvo inclinada un buen rato. Mí mirada también. Terminaba el turno en una hora, así que decidí hacer algunas fotografías al atardecer y opte por hacerle caso, en todo. Cenamos en la misma barra que momentos antes estaba concurrida. Me invitó a su habitación. No pude negarme. Cuando uno viaja tiene que ajustar siempre su presupuesto. Le seguí haciendo caso. Hablamos hasta tarde. Y lo poco que dormimos fue con las primeras luces del alba. Demasiado tiempo solo. Demasiado tiempo... sola. No se. Todo puede suceder en un momento. Todo sucedió en un momento.
De nuevo en la barra, me indicó en el mapa el desvío correcto. Una vez mas le hice caso…
.-Después de una recta larguísima. Veras que hay unas obras. Te encontraras un desvío a la derecha. Allí mismo debes de girar a la derecha. Esa carretera, te llevara a la base del volcán Cerro Negro.
.-Gracias. Subí al cuatro por cuatro y seguí sus indicaciones. Al final de la recta, estaba el desvío. Tal como me lo había explicado. Aparque al tiempo que cogía la cámara. Hice esta fotografía y pensé que cuando terminase mi trabajo, regresaría para enseñarle la imagen a Sara.

“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

miércoles, 15 de octubre de 2008

Storm in the beach

Madrugar

Cuando el servicio meteorológico anuncia mal tiempo, sonrío. Me sientan bien los días “malos”. Así que decidí madrugar. Salir sin luz de casa y encontrarme delante de la naturaleza a ver que pasa.
El viento del norte soplaba libremente buscando el sur. Levantaba una leve bruna que el oleaje deshacía con sus embestidas. Remolinos de arena y gotas húmedas de sal, quedaban suspendidas en el aire.
El sol intentaba abrirse paso por entre las nubes de menos consistencia. Una explosión de luz al tiempo que la lluvia empezó a caer. Me tapé con mi capelina y seguí observando. Que otra cosa podía hacer?
Así nació esta fotografía…

"Mar"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

martes, 14 de octubre de 2008

Anécdota ochenta y nueve


El alcalde


Ésta corta conversación la escuche de casualidad, en la mesa de al lado de donde me encontraba, esperando a que me trajeran mi comida. Dos personajes, hablaban entre ellos…
.-Pues entonces échalo! O es que le tienes miedo?
.-Miedo? No le tengo miedo ni a Dios!
Y golpeo la mesa con el puño cerrado.
.-Recuerdas esa frase…
.- “Ordeno y mando que para eso soy el que mas manda”.
.-Pues eso.
La fotografía pertenece a un pueblo donde me dijeron que el alcalde mandaba mucho. Será verdad?

"Anécdotas"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

lunes, 13 de octubre de 2008

Rostro sereno

De rostro sereno, pero no carente de preocupación. Así la podría definir. Así la recuerdo cuando miro su fotografía. Hoy parece haberse perdido en el vacío del tiempo.
Me cruce con ella, de casualidad. Siempre sucede. Permanecía sentada sobre su mochila. Como si esperase el tren de la vida o un triste autobús regional. No tenia claro donde ir. Tampoco buscaba ningún lugar en especial. Simplemente, se dejaba llevar.
En sus manos, un pequeño cachorro medio adormecido, bajo la influencia de sus dedos. Una leve caricia, se transformaba en un masaje que incitaba al sueño.
La escena era tan especial que pasaba desapercibida para la mayoría de los transeúntes…

Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

domingo, 12 de octubre de 2008

Anécdota noventa y uno

Anécdota noventa i uno


Me observó de la misma manera que yo lo hacia con el. Me quede quieto y sus ojos se clavaron en mi. Yo no estaba nervioso. El, tampoco. Lo miré a través del objetivo. Ni se inmuto. Parecía que siempre había posado.
Hoy era el segundo día que volvía al mismo lugar. La mañana amaneció gris. Eso para mi era bueno. La ausencia de sombras realza la fotografía. Al menos a mi me lo parece. Manías de cuando uno se hace mayor. Supongo. El caso es que allí me encontraba de nuevo. Como siempre que me acerco a un perro, suelo saludarlo…
.-Hola. Que tal estamos?
El parece no contestar, aunque yo suelo entender su silencio. Enfoqué, y tomé diferentes perspectivas. El, permaneció impasible. Siempre mirando al objetivo.
Al despedirme, se levantó y se acercó. Le di un trozo de pan integral con queso y aceite de oliva que me había guardado del desayuno. Movió la cola. Nos despedimos. No hubo mas.
“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

sábado, 11 de octubre de 2008

Anécdota seis

“Viejo saxo”


“Anécdota seis”


De pequeño siempre quise tener un saxo. No se bien el porque. Cuando eres un imberbe mozalbete, las cosas que quieres, no suelen tener un motivo en concreto. Simplemente, te gusta y lo quieres. Quizás influenciado por los payasos del circo que solían salir a escena con un saxo, dando unas notas que nada tenían que ver con los sonidos clásicos que uno estaba acostumbrado a escuchar. No lo se. Pero lo quería.
Como suele suceder en las familias humildes, cuando uno quiere algo y esto no es una necesidad compartida por el resto de los miembros de la casa, termina por no conseguirse.
Me pasaba alguna que otra hora, con uno imaginario, en mis manos. Tocando mil canciones que nunca llegué a escuchar.
Así crecí. Entre lo real y lo ficticio.
Pasaron los años. Cambiaron mis deseos de querer algún que otro objeto. Unos los pude conseguir. Otros, ni soñando. Hoy en día, mas realista que nunca, no suelo tener grandes deseos de posesiones. Me sigue fascinando el sonido del saxo. Nunca me compré uno. Pero siempre que puedo, lo compro a mi manera. Con un simple clic de mi cámara.

"Anécdotas"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

viernes, 10 de octubre de 2008

Reflejos del alma

El espejo


Alberto se levanto y lo veía todo doble. Se frotó los ojos. Los abrió de nuevo y la situación era la misma. Se lavó los ojos y nada cambió. Tenía la peculiaridad de observarlo todo reflejado. Parecía que un espejo imaginario se le hubiera desarrollado en los ojos.
Se dirigió a un oftalmólogo y le consultó sobre su caso…
.-Pues no se que decirle. Soy demasiado joven para poder evaluar este caso. Debería de buscar a otro oculista de mas edad.
La franqueza le hizo seguir el consejo. Recordó haber leído en la calle principal sobre uno que tenía mas de treinta años de oficio. Una vez allí, le explicó su caso.
.-A que se dedica usted?
Le sorprendió tanto la pregunta, que no contestó por pensar que se la había imaginado. El facultativo, insistió…
.-A que se dedica usted?
.-Discúlpeme. No le había escuchado bien. Soy fotógrafo.
El doctor sonrío abiertamente. Al paciente no entendía esa actitud…
.-Perdone. A que vienen esas risas?
.-De tanto mirar a través del objetivo se le ha desarrollado un juego de espejos entre la retina y la cornea.
.-Y es grave?
.-Tiene sus ventajas. Siendo fotógrafo, ya sabe la diferencia de calidad de una réflex y una compacta, verdad?
.-Pues tiene usted razón.
Se alejó guiñando el ojo – o lo que es lo mismo, haciendo clic con la cámara- a todo lo que creía interesante. Una de sus últimas fotografías la podéis ver hoy.

“Blanco y negro II”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

jueves, 9 de octubre de 2008

Anécdota ochenta y tres

El futuro te sonríe


Cualquier día es bueno para ejercitar el noble arte de caminar sin rumbo fijo. Las calles están llenas de sorpresas visuales. Algunas de ellas duran tan poco que incluso se nos borran de nuestras mentes como por arte de magia. Perdemos la anécdota sin querer. Pero, la perdemos al fin y al cabo. En ésta ocasión no fue así. Mas o menos sucedió así…
Doblé por una de esas calles de cuyo nombre no puedo acordarme. Miré al suelo, mas que nada por aquello de encontrar alguna moneda que me permitiese juntar trescientos cincuenta pesos. Cantidad ésta, que me pedían por un té caliente en la cafetería de la esquina. Encontré una de cinco pesos. Ya solo me faltaban setenta. A éste paso de encuentros “moneriles”, podría tomar el desdichado té a las cuatro de la tarde!
Pero no perdí la esperanza. Seguí con mi mirada cabizbaja. Como pensativo. Como alma en pena buscando la redención de sus pecados. Diez pesos mas. Otra de cinco y dos de uno. De pronto un eslogan de la campaña municipal, me llamo la atención: “El futuro te sonríe”. Debajo de el, un perro abandonado dormía la siesta. Supongo, después de haberse pasado un buen rato buscando algo que comer. Vamos, como yo con las monedas.
Hice la fotografía. Y caminando encontré un vendedor ambulante. En el letrero de su carrito leí esperanzado… Té y café a cien pesos. Pedí uno. Me senté en un banco del parque. A mi derecha, uno que hablaba solo. A mi izquierda una mirada perdida. Abrí el bloc, y entre medios sorbos escribí cuatro apuntes… no fuera que a pesar de la imagen, olvidase lo acontecido.

“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

miércoles, 8 de octubre de 2008

Anécdota ochenta y nueve

Sombreros a granel


.-Sombreros, sombreros. No los encontrara mejores ni mas económicos.
Al compás de unas palmas, el vendedor recitaba su arenga con cierta gracia…
.-Aquí, aquí… Han llegado los últimos. Sombreros de fieltro. Los mejores.
Vestía un traje claro que bien podía tener veinte años. Camisa blanca descolorida, puños desgastados y cuello roído.
Se le acerco uno que nunca en su vida había comprado un sombrero y le preguntó…
.-Oiga, como va esto de las tallas de la cabeza.
.-Amigo, se lo prueba y si no le viene grande ni le viene chico, esa es su talla.
Después de oír la conversación entre el locuaz vendedor y el cliente sin experiencia, decidí poner a prueba al propietario de la parada…
.-De ese modelo gris a cuadros, déme uno que le vaya bien a mi cabeza.
Se arrodillo y escogió un par de sombreros. Me miro con cara de concentrado y me dijo…
.-Éste es el suyo.
Me lo probé un tanto escéptico y tal como le había dicho al anterior cliente, ni me venia grande ni chico. Era el adecuado.
.-Caramba. A la primera.
.-Sabe cual es el secreto?
.-No.
Inspiro. Hizo una pausa y me dijo…
.-Treinta años. Treinta años entre sombreros. Ese es el único secreto.
.-Sabe que le digo, jefe. Me lo llevo. Nunca, una persona con tantos años de experiencia me había vendido algún sombrero.

Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

martes, 7 de octubre de 2008

Reflejos de abstración lineal

Reflejos de abstracción lineal


En ocasiones lo que tenemos delante nos cuesta un poco de entender. Unas líneas? Unos reflejos en el agua? Una composición diferente?
Toda imagen tiene un momento. Un porque. Un antes y un después. Y quizás, no todos sean capaces de ver lo mismo que uno. A todo este planeamiento, siempre surge aquella frase que decía mi viejo maestro…
“Primero gústate a ti mismo. Después, a los demás”.
Siempre que hago una fotografía aplico esa norma. Cuando escribo, también. Incluso si he de buscar un rincón donde meditar.
Cuando uno esta seguro de si mismo, termina por contagiar su entusiasmo a los que le rodean. Como podéis imaginar, la fotografía que os presento, a mi me gusta.
Por eso la comparto con todos vosotros.


blanco y negro II
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

lunes, 6 de octubre de 2008

Hoja dominical

La hoja dominical


Un domingo cualquiera…
Siete de la mañana. El despertador suena con insistencia. José ha de levantarse. Se da un baño rápido. El agua corre por su cuerpo llevándose los restos de una noche de lujuria y desenfreno. Se mira al espejo. Sonríe.
Sale a la calle apresuradamente. El final de la calle mira el reloj del campanario. Doce minutos para las ocho. Llegará justo a tiempo. Acelera el paso. Se encuentra delante de la puerta principal de la iglesia. Se para por instante y coge aire. Inspira, expira. Alza la mirada. Un gran vitral que llena de luces multicolores el interior del templo. Se santigua en un acto casi convulsivo. Tres veces. Sube las escaleras de dos en dos. Tiene las piernas largas y aun es joven. Cincuenta años no es nada, le dijo su amante hace pocas horas. Se mezcla con los diferentes feligreses en la puerta. Se teme lo peor. Moja sus dedos índice, corazón y anular y con las yemas húmedas, se vuelve a santiguar. Lo hace rápidamente. Como fugaz. Se acerca a una mesa donde están las estampas de Sant Benito, el patrón del pueblo. Mira al lado del cepillo de las limosnas y ve que solo quedan tres revistas. La señora que esta delante de él, cogerá una. Respira tranquilo. Hoy no se quedara sin su ejemplar. Le toca el turno. Coge una de las dos que quedan. Introduce una moneda. Escucha como cae. Un sonido metálico casi sordo indica que las almas caritativas han pensado en las mejoras de la capilla. El párroco está detrás del pulpito. Las campanas, justo inician su primer toque. Se sienta. Abre su hoja dominical…

“naturaleza”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

domingo, 5 de octubre de 2008

El mutante

Naturaleza invertebrada

Cuando tomé esta fotografía, me senté a contemplar la escena. Abrí el termo de té y me quede un buen rato absorto por la contemplación de este invertebrado. Una taza, dos tazas… Deje que el tiempo corriera.
Uno a veces busca y no encuentra. En otras ocasiones parece que esté todo preparado para una sesión con modelo incluido. La naturaleza tiene un punto de magia increíble, si somos capaces de fijar nuestra atención para ver cualquier tipo de animal.
Los invertebrados son mas fáciles de localizar. . Solo hemos de estar un poco mas atentos de lo normal. Olvidar toda preocupación y centrarnos en mirar hacia todas partes. Una vez fijado nuestro objetivo, todo se vuelve fácil.
Enfocar, encuadrar y buscar la mejor composición posible.
Después del clic, ya hemos capturado nuestro instante. El tiempo se detuvo.

“naturaleza”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

sábado, 4 de octubre de 2008

Profesor Silvestre Tornasol

El pluriempleo de Silvestre Tornasol.

En uno de mis paseos matinales pasé delante de una calle con soportales. Un silbido me llamó la atención. Giré buscando el origen y casi me quedo como el, convertido en papel maché.
.-Don Jan, cuanto tiempo sir verle.
.-Caray, Profesor Silvestre, que hace usted por aquí?
.-Ya ves, cosas de la vida. Hablando claro… la crisis.
.-Le invito a un café. Le apetece?
Como negarme a un placer tan intenso
Nos dirigimos al café “es moli”. Entramos ante la mirada atónita de los viejos parroquianos y la sorpresa del camarero al vernos llegar. No es normal que un muñeco de cartón camine y mucho menos entre en un bar y pida dos cafés.
.-Y cuénteme profesor, que hace aquí. Seguro que es alguna misión especial.
Alzo el dedo índice hasta cruzar los labios y me siseo…
.-sisssssss
En clara alusión a que no hablase tan alto.
.-Estoy preparando un nuevo experimento. Pero por su seguridad no puedo hablar. Es sobre el comportamiento de los billetes de Euro cuando pierden a su legítimo propietario. El gobierno de Bruselas, quiere saber si resulta estresante para ellos.
.-Para los propietarios?
.-Noooo. Para los billetes!
Desconocía que los billetes puedan sufrir esas crisis, pero viniendo de el, debía de creerme su historia.
.-Parece ser, que una vez entran en depresión, olvidan su valor real y ellos mismos se devalúan en el mercado.
Seguía sus palabras con muchísima atención…
.-Los mismos billetes, se vuelven de un valor menor. Y eso hace que los propietarios piensen que antes del euro, la peseta cundía mas. Pero el verdadero motivo es este.
.-No lo hubiera dicho nunca. Y dígame profesor, donde esta Tintín?
.-Lo vi hace tres días. Vino con Milu. Tomamos un café aquí mismo.
.-Milu también tomo un café?
.-Nooo, el pidió un vaso de leche templada. Las vacas de la isla, dan buena leche.
Estaba claro que hoy no era mi día. No acertaba nada. Pedí la cuenta. El camarero vino balanceando su calma. Dejó la nota en la mesa y se alejo tan lentamente como se había acercado. Dejé un billete de cinco euros.
.-Fíjese, fíjese…
Me dijo señalándolo con el dedo…
.-Este billete, ayer era de veinte y antes de ayer de cincuenta. Pero no ha sabido soportar la presión y aquí lo tienes. Bajo mínimos.
Observé el billete con atención. Intentando buscar algún pequeño detalle que pudiera corroborar su historia. No lo encontré, aunque me dio la impresión que los arcos del acueducto eran mas pequeños de lo normal…
.-Así es. Se empequeñecen y ya no hay remedio.
.-Pero tiene ya algún indicio? Alguna solución a la vista?
.-En ello estoy, pero he de seguir disimulando desde mi puesto de observación, así que…
Me alargó la mano…
.-Espero que nos podamos ver en poco tiempo.
.-Eso espero.
Me dijo mientras la rigidez del papel maché se iba adueñando de su cuerpo. Minutos después, ya no me contestaba. El dependiente de la óptica donde prestaba sus servicios, se me acerco preguntándome si necesitaba alguna información…
.-Solo quería saber por que un billete de cien termina convirtiéndose en uno de cinco euros. Solo eso…
.-Pues muy fácil amigo. Usted compra algo de noventa y cinco y se le devolverán cinco.
Sonreí, mientras me alejaba. Giré la cabeza y el profesor Tornasol, me guiñó un ojo al tiempo que un silbido volvía a salir de sus labios.


“Relatos - Fragmentos”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

viernes, 3 de octubre de 2008

Simetría

Simetría


En algunas ocasiones, cuando nuestra intención es hacer una fotografía simétrica, solemos emplear el trípode para evitar ciertas inclinaciones o bien conseguir que nuestro propósito sea lo mas estable posible.
En este caso, cargué con mi viejo “manfrotto” (1) de solo dos kilos y medio, subiendo los cerros de Valparaíso. Buscaba una ventana que había visto unos días atrás. Las condiciones de luz del primer día no me permitieron conseguir los tonos que quería. Esta segunda oportunidad parecía la ideal.
Monte el trípode. Saque la cámara y empecé con los ajustes. Mas arriba, mas abajo, una pata mas abierta, otra con un trozo de cerámica recogida del suelo, para darle la estabilidad requerida. Tras varios minutos de preparación, llego la hora de la verdad. El clic deseado.
Los propietarios del establecimiento, se mostraban orgullosos de que su ventana pasase a la historia. Los curiosos se paraban y prestaban atención a todo. Yo encantado de ver tanta gente a mi alrededor. “Egus maximus”.
En esto, miro la imagen de nuevo y no me puedo creer que antes no lo hubiera visto. Resulta que la imagen no es simétrica. No por mi culpa sino por la del “maestro” (2) que coloco el farol de nuestra derecha. El desliz ocasionó un desvío de veinte malditos centímetros!
Lo comenté con la gente que me rodeaba y uno que pasaba por allí, sacó una “huincha” (3) de su bolsillo. Hizo las comprobaciones necesarias y mi agudeza visual a primera vista quedó en entredicho. La gente lo comentó entre ellos sin saber muy bien que sucedía. Los mas listos, decían que estaba claro, que ya lo sabían. Otros simplemente se fueron sin saber bien que decir ni que pensar de tanta simetría. Algunos empleaban la consabida frase, “que lastima” como aportación justificante a su conversación. Yo sonreía y los propietarios también. Se había generado una buena expectación y diez centímetros hicieron que por un momento, una pared inerte, cobrase una vida inusual.
Que cosas vivimos los fotógrafos! No?

(1) Manfrotto… Según algunos fotógrafos, el mejor trípode. Creo que durante algunos años, fue así.
(2) Maestro… Definición que se le da en ciertos países latinoamericanos a la persona que realiza un trabajo. Por ejemplo un cerrajero. Un pintor. Etc. Etc.
(3) Huincha… Definición que se da coloquialmente en Chile a la cinta métrica. Aunque también podemos escuchar como huincha de medir o en alguna jerga “al ojímetro” Se pronuncia como “wincha”

"Arte urbano"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

jueves, 2 de octubre de 2008

Moda fashion

La tienda de moda


El día había sido bueno. En poco más de dos horas habían vendido las nuevas colecciones recién traídas de los principales centros de la moda. Milán, Paris y Nueva York, habían adelantado sus colecciones. La ausencia de primavera hizo el resto. La gente, salio a la calle con el único deseo de renovar su imagen. Esta temporada, la moda pasaba por el concepto de ropa usada. Evidentemente era nueva, pero envejecida en una nueva sensación que había hecho furor en las pasarelas internacionales. En la tienda, pocas personas quedaban. Algunas vacilantes y alguna fisgona para ver de cerca aquello que no se podía permitir.
.-Solo le quedan estos cuatro modelos?
.-Así es, y si no se decide rápido, la señora del mostrador esta interesada en los mocasines.
Ante la posibilidad de perder la compra, y con la seguridad de su fiel American Express se hizo con el preciado objeto. Un nuevo culto al deseo. La señora del mostrador, estaba indignada por haber perdido la compra. Su dependienta asignada la calmaba diciéndole…
.-No se puede dudar en estos momentos. Me sabe mal, pero…
.-Tienes razón jovencita. Dame los otros tres pares de sandalias y la colección de peines!


“Existencias efímeras”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

miércoles, 1 de octubre de 2008

Anécdota ciento cuatro

“La esperanza”
Anécdota ciento cuatro


Caminaba con una bolsa bajo el brazo. Parecía que llevaba un viejo tesoro en ella. Su desconfianza era tal que la presionaba contra sus costillas con tal fuerza que los que lo observaban imaginaban el valor de lo trasportado.
Cruzo la calle mirando con atención a los dos lados. Entre dos vehículos pasó a medio correr. Eso si, con el brazo sujetando fuertemente su bolsa. Una vez al otro lado de la calle, caminó por la acera y se detuvo frente al letrero. El reclamo publicitario era evidente. Su necesidad estaba a punto de ser resuelta.
Conocí a Miguel en la barra de una taberna de esas que suelen llamarse de mala muerte. Se llamaba “la esperanza”. Mucha cerveza, canciones con el desamor por principal protagonista. Donde las mujeres de la vida, caducadas después de cincuenta primaveras, buscan los últimos clientes en su malgastada vida. Un lugar donde uno al entrar sabe que tiene que vigilar con cuatro ojos. Según un amigo mío, un territorio para salir a machetazos.
Miguel, quería beber para olvidar. Alejar de su propia realidad su mala suerte.
.-Alguien me ha echado un mal de ojo.
.-Por que lo piensa, amigo.
.-Hoy lo he perdido todo. Mi última esperanza… también se ha perdido.
.-Amigo, la esperanza nunca se pierde.
.-Yo si.
Acercó la botella a sus labios y de un trago se bebió la media cerveza que le quedaba. Alzó la botella al aire…
.-Otra mas!
Gritó al camarero.
.-Hace unas horas, yo mismo abrí las puertas a mi propia esperanza. Entre en la tienda de empeños…
.-Buenos días caballero. En que podemos ayudarle.
Inquirió detrás de un mostrador protegido por un grueso cristal antibalas el dependiente, a la vez propietario de la casa de empeños. La amabilidad del sujeto escondía tras la sonrisa el ritual que sigue un prestamista. Un encantador de serpientes. Sonreír para después hacer llorar por la necesidad de los demás.
.-Tenia un problema y venia a ver cuanto me podía usted dar por estas viejas joyas familiares?El oro, las esmeraldas y algún diamante, por pequeño que éste sea, siempre son un buen recurso. Una excelente moneda de cambio.
La voz temblorosa de Miguel y el brillo de las alhajas, hicieron brillar los avivados ojos pardos del prestamista. Usurero para muchos.
.-Así que tenemos un pequeño problema económico. Vamos a ponerle solución.
Miro con atención el muestrario traído. Lo pesó con una vehemencia que casi exaspera a Miguel y le dijo la cifra que podía ofrecer.
Le pareció correcta la cantidad ofertada. Firmó un formulario con mucha letra pequeña que nadie lee. Contó los billetes de cien dólares que le había ofrecido. Se dirigió a la puerta, dejando atrás el rostro mustio con el que había entrado. Salio sonriente. Encamino sus pasos con firmeza y determinación. Volvió a sortear los coches con habilidad y rapidez. Zigzagueo por las calles hasta llegar a la avenida principal. Miro hacia el tremendo letrero luminoso. Mil luces multicolores buscaban clientes. Las puertas del casino se abrieron a su fortuna. Sabia que hoy su suerte cambiaria. Hoy apostaría al siete. Una hora después, un oscuro letrero acogía su alma de perdedor…
.-Y no salio el siete?
Le pregunté.
.-No. No llegó a salir. Fue una mala racha. Mi última mala racha.
.-Mal asunto esto del juego…
Puntualizo el camarero. Mientras seguía secando vasos. Tras la barra es un personaje que parece ausente, pero se entera de todo.

“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.